Las carillas son una técnica de odontología mínimamente invasiva y se usan para corregir defectos de forma, tamaño, coloración  y alteraciones del esmalte.

 

Existen dos tipos de carillas: Porcelana o de composite

 

 

Las carillas de porcelana, son finas láminas de porcelana que se realizan de forma personalizada en el laboratorio.  Es un tratamiento estable en el tiempo.

Se considera uno de los tratamientos estéticos por excelencia para mejorar la sonrisa.

 

 

Las carillas de composite  consisten en una de resina (composite) que se adhiere directamente sobre el diente y se va modelando hasta conseguir la forma y el color deseados. El único inconveniente de este tratamiento es que tienden a cambiar de color, por lo que requiere un mantenimiento.